segunda-feira, 13 de abril de 2009

tradução,

Riquelme y Liniers nunca se despiertan
(Manoel Ricardo de Lima em tradução de Aníbal Cristobo)

Dos o tres veces por día se puede oir de
todas partes de la calle a alguien pidiendo
socorro. Son gritos estridentes, un trinar de
voz o un aullido o alguna cosa muy próxima
del silencio y varias imágenes distraídas.
Todos abren mucho los ojos, todos buscan
algo, todos se mueven, todos prestan mucha
atención. Nunca es la misma voz, nunca
parece tan cercana, nunca hay respuestas.
Alguien corre de un lado a otro con un
sombrero negro de copa, un sobretodo negro
hasta los tobillos, un par de zapatos negros y
cabeza abajo. Así, dos o tres veces por día,
el mundo nunca es el mismo

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